jueves, 10 de diciembre de 2015

Sureste de Madrid

     Para empezar con nuestras andanzas moteras nos hemos querido estrenar por una de las zonas menos apreciadas para salir de ruta con nuestras máquinas, la zona sureste de Madrid. Si bien es una zona que no cuenta con los atractivos de las zonas montañosas, si que podemos encontrar algunas carreteras de interés uniendo poblaciones con otros atractivos, como puede ser la historia o la gastronomía.

La ruta a seguir, la puedes ver completa pinchando aquí.

     Hoy nuestra ruta sale desde la capital, la cual abandonaremos por la variante que enlaza la M-30 y M-40 con la A-4, mas conocida como la carretera de Andalucia. No serán muchos los kilómetros que realicemos por autovías, apenas 7, que son los que nos separan del desvío a la M-301, la cual seguiremos hasta San Martín de la Vega, conocida población por acoger el Warner Bros. Park dentro de su término municipal, así como los numerosos desguaces que hay en la carretera que nos lleva hasta Pinto. Antes de llegar a dicha población, y una vez pasado Perales del Río y las glorietas que hay hasta cruzar la M-50, encontramos el primer tramo retorcido de nuestra ruta. Son unos 7 kilómetros de curvas enlazadas con buen asfalto, todo el tramo discurre entre árboles, por lo que a primera hora de la mañana de un dia de invierno, como el escogido para realizar esta ruta, en las umbrías nos encontraremos con el asfalto mojado, así que habrá que hilar fino y no acercarnos mucho a las lineas blancas.

    Sin entrar a San Martín de la Vega debemos seguir las señales en dirección a Arganda, por la carretera M-506. Tras cruzar el puente sobre el río Jarama llegaremos  una glorieta, la cual debemos abandonar en su primera salida, dirección Morata de Tajuña por la M-302. Aquí encontraremos el segundo tramo de curvas del día. Carretera ancha, bien asfaltada, curvas enlazadas de media velocidad, territorio donde las motos mas deportivas se sentirán como pez en el agua, aunque por poco tiempo...

Bruma mañanera sobre Morata de Tajuña.

     Al iniciar la bajada que nos llevaría a Morata de Tajuña nos desviaremos a la derecha, por la M-311 que nos llevará directos a Chinchón. Carretera estrecha, sin arcenes, en la cual el primer tramo es una sucesión de curvas lentas en bajada, donde las motos de manillar ancho agradecen su  gran brazo de palanca, lo cual nos permite cambiar de dirección rápidamente. La bajada desemboca en una larga recta que cruza la vega del Tajuña antes de iniciar la ascensión hasta Chinchón, 8 kilómetros en una sucesión de curvas de distinto grado, cambios de rasante y un asfalto que debido al tránsito de dicha carretera, no acaba de inspirarnos confianza, con gravilla en los bordes y zonas que dan la sensación de ser bastante deslizantes.

     Chinchón bien merece una visita pausada, ya sea por su castillo, su plaza, sus callejuelas, su parador o sus bodegas. Si la ruta hoy propuesta la hiciésemos en sentido inverso, Chinchón sería el lugar elegido para comer, ya que cuenta con numerosos restaurantes donde deleitar el paladar. Para elegir restaurante, lo mejor es o bien echar un ojo a la carta de cada uno, o buscar opinión en TripAdvisor. Para mi, al ser pronto, nos conformaremos con un café mientras admiramos la Plaza Mayor.

Plaza Mayor de Chinchón.

     Tras la dósis de cafeína, subimos al Castillo de los Condes para ver las vistas que nos ofrece de la vega del Jarama.

La alemana frente al castillo.

     Abandonamos Chinchón en dirección Valdelaguna por la M-316, carretera que no se quedará en nuestra memoria, no así la siguiente que cogeremos, la M-315. Justo antes de entrar a la población, nos desviaremos a la izquierda siguiendo las indicaciones hacia Morata de Tajuña, nos esperan 13 kilómetros de curvas, territorio para las trail, carretera muy estrecha, sin marcas viales ni arcenes, solo una linea discontinua que marca el eje de la vía, gravilla y muy muy bacheada. Casi todo el tramo es en bajada, ese detalle junto a lo bacheado del asfalto, hace que tengamos que prestar atención a los frenos, anticipando bastante, no vayamos a encontrarnos con un bache justo a la entrada de alguna curva. Rodeados de olivos y disfrutando de las vistas de la vega del Tajuña y del pueblo al que nos dirigimos, nos dan ganas de ir y volver, todo un descubrimiento la M-315. Pero no, no haremos de nuevo el anterior tramo, ya que debemos seguir camino hasta nuestra siguiente parada, Nuevo Baztán.

     Para ello saldremos de Morata por la M-313 dirección Arganda, hasta encontrarnos con la A-3. De nuevo nos encontramos en territorio R, buen asfalto, carretera ancha y no suele haber mucho tráfico, escenario perfecto para que las deportivas saquen a relucir sus chasis, frenos y motores. Una vez en la A-3, la cual cogeremos sentido Valencia, tenemos 7 kilómetros para estirar las piernas y relajar tensiones tras el rápido tramo que acabamos de dejar atras. La salida hacia Campo Real es nuestra referencia, pero no es ese nuestro destino, sino Valdilecha, donde llegaremos por la M-229. Tras un par de rectas bastante largas, deberemos tener cuidado al afrontar la bajada hasta la localidad, ya que tras dejar a la derecha un polígono industrial, la carretera se empieza a retorcer y podemos llegar a una velocidad excesiva a la primera curva. Rodeamos el pueblo por la M-224 y M-221 siguiendo las indicaciones hacia Villar del Olmo y Nuevo Baztán. La carretera que une ambas poblaciones nos ofrece uno de los últimos tramos de curvas del día. En Nuevo Baztán haremos una última parada a tomar un refresco, y sacar unas fotos del Palacio de Goyeneche.

La pequeña GS frente al Palacio de Goyeneche, Nuevo Baztán.

     De Nuevo Baztán saldremos hacia Alcalá de Henares, punto y final de nuestra ruta. El camino a seguir nos lleva por el conocido Gurugú, conocida carretera de los mas racing de la zona, pero que  yo no le acabo de ver la gracia, en el fondo son cuatro curvas, de asfalto perfecto eso si, supongo que en tiempos pasados la cosa sería diferente, pero a día de hoy es lo que hay. Quien quiera una alternativa menos conocida, en vez de bajar el Gurugú, giraremos a la izquierda dirección Loeches, y en la cuarta glorieta que nos encontremos, giraremos a la derecha, pasaremos entre las urbanizaciones y nos encontraremos con una ratonera carretera en bajada, muy estrecha y con muchas curvas, entre ellas un par de paellas con los arcenes interiores pintados como pianos de circuito, quizá sea este el famoso tramo del Gurugú y no lo que se conoce ahora... Ay, lo que me divertiría en esta carretera con una supermotard!

Rematamos el día "comiendo" paellas!
Carretera o circuito??

     En Alcalá de Henares pondremos punto y final a nuestra ruta, bien dando un paseo por su casco histórico, el cual merece mucho la pena conocer y aprovechar para terminar con una sesión de tapeo por los bares del centro, bien cogiendo la A-2 para volver a la gran ciudad.

Los usuarios de Wikiloc podéis descargar esta ruta con el ID 11640841, para visualizarla (con sus correspondientes equivocaciones y con bajada y subida al Gurugú) pinchar en éste enlace.

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