martes, 10 de mayo de 2016

Gredos, primavera de colores

     Tras nuestra primera visita a Gredos el pasado 7 de Diciembre, en la cual nos dimos cuenta de lo mucho que hay allí por rodar, hemos vuelto ahora para seguir descubriendo rutas y admirar la explosión de colores que allí crea la primavera. Al negro de sus carreteras, se une el verde de sus prados y árboles, el azul de sus cielos y sus aguas, y el blanco de las nieves que cubren sus cimas, por lo que circular en primavera por estas tierras supone un inmenso placer.

Descubre nuestra ruta pinchando AQUÍ.
      Saliendo de Madrid por la carretera de los pantanos, y tras pasar San Martín de Valdeiglesias, tomaremos la N-403 en dirección a Ávila, encontrando aquí el primer tramo interesante del día, siempre y cuando las condiciones del tráfico nos permitan disfrutar del mismo. La N-403 bordea las aguas del embalse de El Burguillo en una continua sucesión de curvas hasta llegar a la localidad de El Barraco. Al salir de dicha población nos desviaremos a la izquierda por la AV-905, dirección Venta del Obispo. En la primera localidad que nos encontramos, San Juan de la Nava, volveremos a girar a izquierdas, dirección Navaluenga. Estamos en la AV-P-417, carretera estrecha, con asfalto en buenas condiciones, pero con algunos parches, la cual nos da una idea de lo que nos espera mas adelante. Al llegar a Navaluenga giraremos a la derecha hasta llegar a Burgohondo, puerta de entrada a la sierra de Gredos.

     Burgohondo nos ofrece dos alternativas, el puerto de Serranillos o el puerto de Mijares, difícil decisión, aunque el haber conocido Mijares en nuestra anterior visita hará que nos decantemos por el puerto de Serranillos. La AV-913 nos ofrece un asfalto en bastante buen estado, aunque por tramos algo sucio, y una gran variedad de curvas de media velocidad, las cuales iremos dejando atras mientras vamos ascendiendo suavemente hasta la cima del puerto. Nada que ver con Mijares, allí la curvas son mucho mas cerradas y el ascenso es mucho mas vertical, Serranillos en cambio no da la sensación de ir cogiendo altitud mientras van pasando los kilómetros.


Blancos, azules, grises y verdes se unen en el puerto de Serranillos.
      El largo descenso desde la cima del puerto hasta llegar a San Esteban del Valle nos deleita con una preciosa carretera bien asfaltada que no nos permitirá apartar la vista de su trazado. En los pocos tramos rectos que encontramos podremos observar a nuestra derecha el macizo del pico Almanzor, totalmente cubierto por la nieve en estas fechas. Al finalizar el descenso en San Esteban del Valle, nos desviaremos a la derecha en dirección al puerto de El Pico, por una estrechísima y retorcida carretera alcanzaremos la N-502, ya a la mitad del ascenso del conocido puerto abulense.


Vista desde la cima del puerto de El Pico, con su calzada romana
     Alcanzada la cumbre, y ya por la carretera nacional, el suave descenso nos regala unas cuantas curvas de media velocidad, cruzando verdes praderas bañadas por los numerosos arroyos que vienen desde las cumbres y que desembocan en el río Piquillo, el cual discurre paralelo a la carretera, y donde vacas y caballos pastan a sus anchas. Donde el Piquillo se junta con el Alberche, nosotros nos separamos de ellos, para poner rumbo al Parador de Gredos, para ello tomaremos a nuestra izquierda la AV-941, carretera de trazado y condiciones dignas de la mejor nacional, muy buen asfalto, carretera ancha y un trazado donde las motos mas deportivas pueden sacar, por fin, a relucir sus cualidades.

     Al llegar a Barajas, no, no es el aeropuerto madrileño, nos dirigimos hasta San Martín de la Vega del Alberche, para recorrer un tramo llano hasta volver a encontrarnos con la N-503, la cual atravesaremos para incorporarnos a la AV-P-415. Tras algunos cortos tramos de curvas, llegaremos a Navalmoral, ya en la AV-905, donde giraremos a la izquierda en dirección a Ávila por la AV-900. Dicha carretera asciende hasta el puerto de Navalmoral, curvas de media y alta velocidad dibujadas por un asfalto en perfecto estado son las que nos esperan hasta alcanzar su cima, e igualmente en su descenso hasta a la ciudad amurallada.

     Desde Ávila nuestra ruta sale por la CL-505 en dirección a El Escorial, pero nosotros nos desviaremos a la derecha al poco de dejar la ciudad. La AV-503 nos lleva hasta Cebreros, pero ay amigo, lo que vas a disfrutar antes de hacerlo!! Para llegar a Cebreros primero tendremos que subir el puerto de El Boquerón, que si bien su ascenso desde Ávila no es muy largo, su descenso hasta Herradón de Pinares si que lo es. De regreso a las carreteras estrechas, el descenso de este puerto nos regala kilómetros de curvas de todos los colores, con un asfalto en buenas condiciones, pero que no nos dará un segundo de respiro.

"Paella valenciana" en el puerto de El Boquerón
     Una vez llegamos a Herradón de Pinares, toca ascender un nuevo puerto, el de Arrebatacapas, de condiciones similares al anterior, sólo que esta vez en subida. Curvas lentas y medias nos llevan a coronar su cima en un frenético ascenso que hará que saquemos lo mejor de nosotros. Tras unos metros por su cima, la bajada hasta Cebreros nos la tomaremos con calma, son muchos los kilómetros recorridos y también hay que disfrutar del paisaje.


     Para la vuelta desde Cebreros hasta Madrid iremos dirección Robledo de Chavela por la AV-562 atravesando los pinares de El Quexigal, uno de los tramos mas bonitos de esta zona, y una vez allí, en vez de subir hasta el famoso puerto de la Cruz Verde, nos dirigimos hasta el Escorial pasando por Fresnedillas de la Oliva, Peralejo y Alcor, para regresar por la M-505 hasta Madrid, mientras dibujamos las últimas curvas de nuestra ruta de hoy.



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