martes, 26 de abril de 2016

Un paseo por las nubes, Gredos

      Justo en mitad del puente de la Constitución, 7 de Diciembre, justo ese día, va y amanece nublado. Con el soleado otoño que hemos disfrutado, o padecido, según se mire, el día que escogimos para ir a conocer Gredos amanece nublado y gris, que le vamos a hacer... Queríamos conocer el puerto de Mijares si o si, y ya que estábamos allí, algo mas tendríamos que ver, no?

Sigue nuestra ruta pinchando aquí.
     Con la premisa de estar de vuelta en Madrid para comer, por ello que pocas fotos pudimos hacer, partíamos desde el Vicente Calderón a las 9:00 en dirección a la conocida como Carretera de los Pantanos, la M-501, ahora autovía desde su cruce con la M-40 hasta llegar a Las Navas del Rey. La bajada hasta Pelayos de la Presa es muy interesante, muy buen asfalto y curvas de media velocidad, lo malo es que rara es la ocasión en la que no te toca bajar detrás de algún coche, o camión, o autobús, o... Hasta llegar a San Martín de Valdeiglesias, donde dejaremos la M-501, solemos encontrar tráfico, ya que es una carretera muy frecuentada. Sin adentrarnos en San Martín, seguimos las indicaciones hacia Ávila por la N-403. Su trazado junto al embalse del Burguillo es muy interesante, con buenas curvas y perfectamente asfaltado, unido a las vistas del embalse hace de ella una carretera disfrutona. Antes de llegar al El Barraco nos desviaremos a la izquierda, buscando de nuevo el embalse, dirección Burgohondo.

     Al encontrarnos de nuevo con el agua, también nos encontramos con el tramo mas divertido de la ruta, probablemente... Varios kilómetros de curvas de baja y media velocidad, en un asfalto perfecto y un entorno precioso, el embalse a un lado mientras atravesamos un frondoso pinar hasta desembocar en un terreno abierto y llano que nos lleva a Navaluenga y Burgohondo. Allí giramos en dirección a
Villanueva de Ávila, para iniciar el ascenso a Mijares. Tras pasar Villanueva el asfalto cambia, estrecho, sin linea de eje, bacheado por tramos, la carretera se empina y se retuerce, Mijares prometía y no defrauda. Su aspecto de día otoñal hizo la ascensión preciosa, nublado pero con buena visibilidad, con las nubes en algunos tramos por debajo nuestra.

La alemana con su hermana mayor en Mijares

Día otoñal en el puerto, con algunas nubes por debajo nuestro
     El descenso hasta el pueblo que da nombre al puerto es vertiginoso, cientos de curvas, herraduras incluidas, un sufrimiento vamos jejeje. En el pueblo hay que prestar atención al desvío a Gavilanes, porque es fácil pasarlo de largo. Desde Mijares hasta el hasta el cruce con la CL-501 la carretera se va suavizando en su trazado a medida que vamos perdiendo altura, ello no impide que siga plagada de curvas mientras disfrutamos de un entorno rural mas propio de la Cordillera Cantábrica.


     Lo has adivinado antes, a que si? La CL-501 es la continuación de la M-501, si, la de los pantanos. Si la hubiésemos seguido hubiéramos recorrido 45km y tardado 40 minutos, en cambio, hemos disfrutado de 89 y tardado una hora mas, siempre según el señor Maps! Los pocos mas de 4km que nos separan del desvío a Pedro Bernardo es lo que tenemos para estirar brazos y piernas, ya que ahora vienen otros 31 kilómetros de curvas, y es que Gredos es un no parar!!

     Para enlazar Pedro Bernardo con Mombeltran escogimos la ruta mas larga, vía San Esteban del Valle. La AV-922 nos depara como hemos dicho, 31km de curvas enlazadas una detrás de otra por carretera estrechita, de las que nos gustan, hasta desembocar en la N-502, por la que subiremos a otro de los puertos referencia de Gredos, el Puerto del Pico. Si bien Mijares cumplió todas nuestras expectativas, el del Pico, con un trazado que parece pensado para que las super deportivas plagadas de R's en su nombre se explayen a gusto, me dejó con un sabor agridulce, cada día me gustan mas las carreteras secundarias o terciarias que las principales. Por longitud tampoco me parece un puerto especial, a cambio nos deleita con unas espectaculares vistas y con su calzada romana, la cual cruza la carretera en varias ocasiones.

     Finalizado el descenso, la nacional nos lleva rápidamente hasta el desvío de la AV-905, vía que nos llevará hasta El Barraco. Trazado rápido, curvas de media velocidad y buen firme hacen de ella una divertida opción para ir acercándonos a Madrid. Tras pasar Navarredondilla la carretera va perdiendo su sinuosidad hasta desembocar en El Barraco. Desde allí sólo tenemos que deshacer el camino andado para llegar a Gredos, via N-403 y M-501.

     Gredos no ha defraudado, territorio al que volveremos en futuras rutas, la carretera de Serranillos del Valle, Navasequera, Arenas de San Pedro, son muchos los lugares por descubrir y carreteras por disfrutar, pero eso queda para otro día.

     Como siempre, los usuarios de Wikiloc podéis descargr nuestra ruta con el ID: 11608434

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